Es un procedimiento ambulatorio que se realiza con anestesia local (gotas) y con la pupila dilatada. No produce mayores molestias en los pacientes y no requiere hospitalización. Es muy importante que los pacientes a los que se les ha realizado este tratamiento sigan control periódico ya que en algunos casos es necesario repetir las aplicaciones de láser.
Para realizar la panfotocoagulación, disponemos del equipo láser de argón y el láser amarillo. Este último es micropulsado y ofrece ventajas para el paciente, como son la reducción del tiempo de tratamiento y la reducción del dolor y los efectos adversos.
Este tipo de láser además de ser útil en la retinopatía diabética, nos permite hacer tratamiento con fotocoagulación sectorial en casos de coroidopatía serosa central, edema macular, y en algunos casos de degeneración macular relacionada con la edad, entre otros.