En el tratamiento del glaucoma se busca disminuir la presión intraocular para evitar la progresión del daño a las fibras del nervio óptico. Para que exista una presión intraocular adecuada, debe existir un equilibrio entre la producción y el drenaje del humor acuoso. Cuando no es posible disminuir la presión intraocular con tratamiento médico, puede realizarse una trabeculectomía, que consiste en crear un drenaje alternativo que permita el flujo del humor acuoso y como consecuencia la disminución de la presión intraocular.
La trabeculectomía se realiza generalmente bajo anestesia local, y al crearse el nuevo drenaje, se forma una ampolla de líquido debajo de la conjuntiva, que queda cubierta por el párpado para que no se sienta y no se vea.
El paciente deberá usar una cura oclusiva el primer día del postoperatorio y posteriormente recibirá tratamiento médico y acudirá a controles periódicos para vigilar la presión intraocular y retirar puntos de sutura.