La uveítis es una inflamación de la úvea, membrana que envuelve el interior del globo ocular. La úvea es muy sensible a procesos infecciosos e inflamatorios, ya que es el tejido con más vasos sanguíneos del organismo.
La uveítis es una importante causa de ceguera en el mundo. Provoca graves pérdidas de visión debido a su carácter generalmente crónico, y el contacto con estructuras oculares delicadas, como la retina.
La uveítis puede ser causada por enfermedades infecciosas, como la toxoplasmosis, o puede estar asociada a enfermedades autoinmunes o reumáticas como la artritis reumatoidea. En ocasiones cuando no es posible establecer una etiología precisa, se denomina idiopática. La mayoría de los pacientes afectados tienen entre 20 y 50 años de edad.
En casos de trauma ocular o cirugías, se produce una uveítis que se resuelve con tratamiento médico antiinflamatorio.
El tratamiento de la uveítis dependerá de su etiología y puede incluir gotas antiinflamatorias, inyecciones periocular o intraoculares, o por vía oral y fármacos inmunomoduladores. En ocasiones la uveítis puede dejar secuelas que ameritan tratamiento quirúrgico.
La uveítis puede tener diversas complicaciones si no se trata adecuadamente. Aquí hay una breve descripción de las complicaciones mencionadas:
1. Edema Macular: La inflamación puede provocar hinchazón en la parte central de la retina, conocida como mácula, lo que lleva a la visión borrosa o distorsionada. 2. Cicatrices en la Retina: La inflamación crónica puede provocar la formación de tejido cicatricial en la retina, afectando la función visual. 3. Glaucoma: La presión intraocular elevada, a menudo asociada con la uveítis, puede dañar el nervio óptico y contribuir al desarrollo de glaucoma. 4. Cataratas: La inflamación y el tratamiento con corticosteroides, común en el manejo de la uveítis, pueden aumentar el riesgo de desarrollar cataratas, que nublan el cristalino del ojo. 5. Daño al Nervio Óptico: La inflamación crónica y el aumento de la presión intraocular pueden dañar el nervio óptico, afectando la transmisión de señales visuales al cerebro. 6. Desprendimiento de Retina: La uveítis severa puede aumentar el riesgo de desprendimiento de retina, una condición en la que la retina se separa de la capa posterior del ojo. 7. Pérdida Permanente de la Visión: En casos graves y no tratados, la uveítis puede llevar a la pérdida permanente de la visión debido a las complicaciones mencionadas.
Es fundamental buscar atención médica inmediata si se experimentan síntomas de uveítis para prevenir estas complicaciones y preservar la salud ocular.